12 razones para seguir siendo monitor de tiempo libre

domingo, 14 de junio de 2009

Con la voz rota, sin fuerzas y sin haber dormido en las anteriores 48 horas, el viernes regresé a casa después de pasar 5 días en el Campamento de Viaje de Fin de Curso de un colegio de Elche (omito nombres para proteger la intimidad de los menores).

De esta semana me voy con dos satisfacciones:

  • la primera (y que da título a la entrada): que por mucho que me canse siempre disfruto como un enano cuando trabajo con chavales; y cuando no me acuerde de porqué lo hago, no tengo más que mirar los post-it de agradecimiento que los mismos niños escribieron sobre mi.




  • y la segunda: por fin he conocido (en persona) a Noemí de Mundos Paralelos, pues ella era una de las profes del viaje. Mensaje personal: Siento no haber charrado mucho más contigo y aunque estoy contento, creo que aún nos faltan muchos cafés/helados/granizados/... para ponernos al día.

Muchas gracias.

P.D. Siento no actualizar más a menudo, a ver si ahora en veranico me aplico el cuento y os aburro más a vosotros escribiendo un poco más a menudo.