La desmemoria\1

martes, 11 de marzo de 2008

"Estoy leyendo una novela de Luise Erdrich.

A cierta altura, un bisabuelo encuentra a su bisnieto.

El bisabuelo está completamente chocho (sus pensamientos tienen el color del agua) y sonríe con la misma beatífica sonrisa de su bisnieto recién nacido. El bisabuelo es feliz porque ha perdido la memoria que tenía. El bisnieto es feliz porque no tiene, todavía, ninguna memoria.

He aquí, pienso, la felicidad perfecta. Yo no la quiero."

de Eduardo Galeano en El libro de los Abrazos



Rosie Thomas - Farewell


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8 comentarios:

juan rafael dijo...

¿habrá algún dia algo perfecto?

Enric Ortuno dijo...

jeje, creo que no juan rafael, el día que cumplamos nuestras expectativas actuales y sea perfecto tendremos unas expectativas más grandes y seguiremos buscando...hasta el infinito y más allá...

Pepe Soriano dijo...

El libro de los abrazos es maravilloso. Es el libro que puedes releer cada cierto tiempo. Me encantó su lectura, lo recomendé a mi pareja y mis amigos. Y lo recomiendo a tod@s los lectores de este blog.

Anónimo dijo...

Me encanta la parte de los fueguitos de ese libro...

La ignorancia es la felicidad, pero una felicidad relativa...

vivan las sonrisas de los niños!

Mireya

Enric Ortuno dijo...

Totalmente de acuerdo mandíbula, es un libro imprescindible. En los último años han pasado por mis manos 6 ejemplares del libro, lo compraba, se lo comentaba a alguien, leía un trozo y le gustaba tanto que al final se lo regalaba, y así cada vez que lo compraba de nuevo. Ahora el que yo tengo es un regalo que me hicieron a mi, así que no puedo regalarlo pero lo leo de vez en cuando y cada día descubro cosas nuevas.
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Si, Mireya -El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar
de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las
demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos
chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de
fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego
loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos
bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la
vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear,
y quien se acerca se enciende.

¡¡¡Vivan las sonrisas de los niños!!!

Pepe Soriano dijo...

Enric, creo que lo releeré de nuevo. Tengo muy buenos recuerdos de su lectura.

Mireia los fueguitos también me gustaron mucho, buena elección.

Todos somos niños...

Anónimo dijo...

Muy grandes los dos!!!
(Mi peter con patillas y mandíbula afilada)

Mireya

Pepe Soriano dijo...

Gracias, Mireia.

Buen fin de semana a tod@s.